viernes, 12 de septiembre de 2008

El "Zahir" de la A a la Z

“Mi primera frontera se llamaba Joaquín” (Joaquín Sabina) [Me pido primen.(Alivio de luto)].

Creía que con la neblina de los días había desaparecido, pero ahora me doy cuenta de que el Zahir es mucho más que un hombre obsesionado con algo. Uno de los millones de pensamientos que quedan para siempre en un instante y que nadie sabe dónde irán, o los ojos de una mujer clavados en tu retina y en tu cerebro cuando cierras tus propios ojos. El Zahir es mucho más, es la fijación con todo lo que ha ido pasando de generación en generación, -que no por nuestra propia vida-, y que no deja ninguna pregunta sin respuesta, porque en su arrogancia ocupa todo el espacio y no nos permite jamás considerar la posibilidad de que las cosas cambian.
El Zahir todopoderoso es la mayor frontera a la que nos podemos enfrentar, la primera y la más poderosa. El Zahir todopoderoso parece nacer en cada ser humano, ganar su fuerza total durante la infancia e imponer sus reglas, que a partir de entonces serán siempre respetadas:

A) La gente diferente es peligrosa, pertenece a otra tribu, quiere nuestras tierras y a nuestras mujeres.
B) Tenemos que casarnos, tener hijos, reproducir la especie. Tener un amor planchado y dominguero. Tener dos niños, a ser posible un niño y una niña, que se parezcan a sus padres, -para variar-.
C) El amor es pequeño, sólo da para una persona y, cuidado: cualquier intento de decir que el corazón es mayor que eso se considera maldito.
D) Cuando nos casamos, estamos autorizados a tomar posesión del cuerpo y del alma del otro.
E) Tenemos que trabajar en algo que detestamos porque formamos parte de una sociedad organizada, y si todos hicieran lo que les gusta, el mundo no avanzaría hacia delante.
F) Hay que comprar joyas; nos identifican y nos dan valor sobre otras tribus.
G) Debemos ser simpáticos y tratar con ironía a la gente que expresa sus sentimientos; es un peligro para la tribu dejar que uno de sus miembros muestre lo que siente.
H) Es preciso evitar al máximo decir “no”, porque gustamos más cuando decimos “sí”, y eso nos permite sobrevivir en un terreno hostil.
I) Lo que los demás piensan es más importante que lo que sentimos.
J)
Jamás des escándalos, puedes llamar la atención de una tribu enemiga.
K) Si te comportas de modo diferente, serás expulsado de la tribu porque puedes contagiar a los demás y desintegrar lo que ha sido tan difícil de organizar.
L) Es de vital importancia vivir en ciento veinte metros cuadrados, -por ejemplo-, siempre los mismos, y con la misma gente; así como si el mundo se ciñera a ese espacio.
M) Debemos tener siempre presente como permanecer dentro de nuestras chozas, y si no sabemos, llamamos a un decorador, que hará lo mejor para demostrarles a los demás que tenemos buen gusto.
N) Hay que comer tres veces al día, incluso sin hambre; debemos ayunar cuando nos salimos de los cánones de belleza, aunque estemos hambrientos.
O) Debemos vestirnos como manda la moda, hacer el amor con o sin ganas, matar en nombre de las fronteras, desear que el tiempo pase de prisa y que llegue la jubilación, elegir a los políticos, quejarnos del coste de la vida, cambiar de peinado, maldecir a los que son diferentes, ir a un culto religioso los domingos, o los sábados, o los viernes, dependiendo de la religión, y allí pedir perdón por nuestros pecados, llenarnos de orgullo porque conocemos la verdad y despreciar a otra tribu que adora a un dios falso.
P) Nuestros hijos deben seguir nuestros pasos; después de todo, somos mayores y conocemos el mundo.
Q) Tener siempre un título universitario, aunque no vayamos a conseguir nunca un trabajo en aquello que nos obligaron a escoger como profesión.
R) Estudiar cosas que jamás usaremos, pero que alguien dijo que era importante conocer: álgebra, trigonometría o el código Hammurabi.
S) Jamás disgustar a nuestros padres, incluso aunque eso signifique renunciar a aquello que nos hace felices.
T) Escuchar música a volumen bajo, hablar bajo y llorar a escondidas.
U) No opinar en contra de la mayoría porque entonces te mirarán raro y todos sabemos que lo diferente incomoda, precisamente por la ignorancia que ocasiona.
V)
Cuestión importante es que siempre haya alguien que elija nuestro champú, ya que es fundamental que nos brille el pelo y quién mejor que el que está a nuestro lado para que nos mire el brillo.
W) Cuando no sepamos que hacer con lo que pasa a nuestro alrededor lo mejor es permanecer inmóviles, esperando a que la vida estalle.
X) Fundamentalmente todas nuestras fronteras se concentran en tres puntos: la primera, siempre es tarde para empezar de nuevo y pronto para todo.
Y) La segunda, para la mayoría de los mortales el dinero solo es un medio, -al menos eso es lo que dicen-, y sus fines son sus sueños. Por lo tanto, según este razonamiento, llegamos a la conclusión de que para soñar necesitamos dinero.
Z) Por último, hay que tener siempre en cuenta que la vida es como una “peli” de cine americano, donde los buenos son muy guapos y los malos son muy malos.

Según esto debemos escribir el guión de esta película que llamamos vida y que se ciñe a estas bases enquistadas en el paso de las generaciones. Que el guión cambie, que las fronteras se rompan, sólo depende de nosotros. Sin embargo, parece demasiado complicado romper todas estas barreras ya que la comodidad, la rutina y, sobre todo, la pereza nos impiden avanzar un poquito más allá de la frontera que no nos atrevemos a sobrepasar quizá por miedo a que nos guste lo que hay más allá de ella.

Por Gerardo C. Saura

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